Sídney (Australia), 2 jul (EFE).- El gobierno de Australia expresó hoy su "decepción" por la reanudación de la caza comercial de ballenas por parte de Japón, y llamó al país asiático a regresar de forma "urgente" a los organismos internacionales que regulan esta práctica.
Japón cesó oficialmente la captura comercial de ballenas hace más de 30 años pero seguía practicándola con "fines científicos" en la Antártida, lo que en 2010 propició una denuncia de Australia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que dio la razón a Camberra.
La reanudación de la actividad pesquera sigue a la tomada por Tokio a finales del año pasado de retirarse de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) y de la Convención Internacional para Regulación de la Caza de Ballenas.
"Estamos decepcionados porque Japón se retiró de la Convención y reanudó la caza comercial de ballenas", dijeron en un comunicado las ministras de Exteriores, Marise Payne, y de Medio Ambiente, Sussan Ley.
"Seguimos urgiendo a Japón a regresar a la Convención y a la Comisión como una cuestión prioritaria", añadieron.
Las ministras celebraron, en cambio, que Japón limite las capturas en sus aguas territoriales y descarte cazar ballenas en el Océano Austral, "que ahora es un santuario real para las ballenas", así como su intención de seguir trabajando con la CBI como observador.
También reafirmaron que Australia seguirá trabajando con la comisión para que se mantenga la moratoria a la caza comercial de ballenas y promover su conservación, pero no aclaró si tomará nuevas medidas legales.
La CIJ dictaminó en 2014 que la pesca de Japón no se ajustaba a los fines científicos establecidos por la Comisión Ballenera Internacional (CBI), lo que obligó a Tokio a paralizar temporalmente su programa en el Antártico.
Japón anunció a finales del pasado diciembre que se retiraba de la CBI, de la que era miembro desde 1951, y hasta ahora había respetado la moratoria en la caza comercial de la ballena acordada en 1982.
Japón considera la caza de ballenas como parte de la tradición y la historia de este país, donde se consume alrededor de 5.000 toneladas de carne de estos mamíferos marinos. EFE