
Los mapas revelan cómo las propiedades biológicas de las hojas, raíces y madera en diferentes hábitats naturales afectan a su capacidad de almacenar carbono en todo el mundo y muestran que algunos ecosistemas retienen mucho más carbono que otros. Por ejemplo, las grandes franjas de los trópicos secos almacenan carbono durante un tiempo relativamente corto, debido a los frecuentes incendios, mientras que en climas cálidos y húmedos, el carbono se almacena más tiempo en la vegetación que en los suelos.