viernes, 31 de enero de 2014

Plataformas antárticas de hielo flotante quedarán reducidas en 200 años


Numerosas plataformas de hielo flotantes de la Antártida se encuentran en riesgo de desaparecer por completo en los próximos 200 años como consecuencia de la reducción de su cobertura de nieve causada por el calentamiento global. Su colapso aumentaría la descarga de hielo en los océanos e incrementaría la velocidad a la que sube el nivel del mar, según una investigación publicada en 'Journal of Glaciology'.

Una reducción rápida de las emisiones de gases de efecto invernadero podría salvar algunas de estas plataformas de hielo, según señalan sus autores, investigadores de la Universidad de Utrecht, en Países Bajos, y del 'British Antarctic Survey', en Cambridge, Reino Unido. En 1995 y 2002, dos plataformas de hielo flotantes en el norte de la Península Antártica (Larsen A y B) se derrumbaron repentinamente, en cuestión de semanas.

El autor principal del artículo, Peter Kuipers Munneke, subraya: "Fue un evento espectacular, sobre todo cuando piensas en el tamaño de estas plataformas de hielo, que son de varios cientos de metros de espesor y que han estado ahía durante más de 10.000 años".

El equipo de científicos sospecha que la desaparición de la capa de nieve en la parte superior de las plataformas de hielo podría ser un precursor importante para el colapso de las plataformas. Sus cálculos confirman esta hipótesis y demuestran que muchas otras plataformas de hielo podrían desaparecer en los próximos 200 años.

Los expertos creen que la capa de nieve desempeña un papel importante en la regulación de los efectos de los lagos de agua de deshielo en las plataformas de hielo. Siempre y cuando la capa de nieve sea lo suficientemente gruesa y fría, toda el agua derretida puede hundirse en la nieve y volver a congelarse, pero con un clima más cálido, aumenta la cantidad de agua de deshielo y las capas de nieve se vuelven más delgadas.

Como resultado, el agua de deshielo ya no puede volver a congelarse y forma grandes lagos en la superficie de las plataformas de hielo. El agua se drena a través de grietas y fallas, haciendo que se amplíen hasta llegar a ser tan amplias y profundas que toda la plataforma de hielo se desintegra. Tras su ruptura, las plataformas de hielo ya no pueden ofrecer resistencia al flujo de los glaciares de los que se alimentaban previamente, por lo que el flujo glaciar se acelera significativamente, lo que contribuye a un aumento en la elevación del nivel del mar.

Los investigadores realizaron cálculos que muestran cómo este proceso puede evolucionar en los próximos 200 años, utilizando dos escenarios climáticos diferentes. El doctor Kuipers Munnekke advierte: "Si continuamos quemando combustibles fósiles al ritmo actual, casi todas las plataformas de hielo en la Península Antártica estarán bajo amenaza de ruptura en los próximos 200 años. Sólo las dos más grandes parecen ser seguras. Incluso en la parte oriental mucho más fría de la Antártida, algunas plataformas de hielo podrían desintegrarse".

"Si logramos mantener el calentamiento global por debajo del objetivo de la Unión Europea de los 2 º C, más de la mitad de las plataformas de hielo se podrían conservar, en comparación con no realizar ninguna acción en la reducción de emisiones", agrega este experto del estudio, que recibió apoyo financiero del proyecto ice2sea de cuatro años de la Unión Europea.

El profesor David Vaughan añade: "Hemos estado observando la retirada de la plataforma de hielo alrededor de la Península Antártica desde principios de 1990, pero, por primera vez, este modelo proporciona una base sólida para la predicción de los cambios en el futuro, lo cual es un gran paso adelante en la comprensión de futuros cambios del nivel del mar".

Journal of Glaciology

Fuente:

Eventos climáticos extremos hacen impredecible el futuro del pingüino


Los cambios en las condiciones climáticas combinados con la creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos inesperados pueden alterar las predicciones científicas de las futuras poblaciones de pingüinos al limitar su capacidad de encontrar alimento, según un estudio publicado este miércoles en 'Plos One' por Amélie Lescroël, del Centro de Ecología Funcional y Evolutiva (CNRS), en Francia, y colegas.

Los pingüinos antárticos dependen del hielo marino para el forrajeo y su supervivencia está asociada a su capacidad para responder a los cambios tanto a corto como a largo plazo en el hielo marino. Durante 13 años, los investigadores recogieron datos sobre la capacidad de buscar alimento de los pingüinos adelaida de la isla de Ross, en la Antártida. La ruptura de los icebergs gigantes les permitió determinar cómo tales fenómenos ambientales extremos afectan a los pingüinos que dependen del hielo marino.

Los autores de este trabajo sugieren que los pingüinos son capaces de responder a los cambios en las concentraciones de hielo del mar en condiciones ambientales "normales", pero no tanto a plantar cara a los fenómenos extremos, como la presencia de icebergs gigantes. En condiciones "normales", los pingüinos adelaida tuvieron más éxito en la búsqueda de alimentos en concentraciones relativamente bajas de hielo del mar y pueden hacer frente a la futura reducción en la concentración de hielo marino de verano.

Al cambiar drásticamente su entorno inmediato, los icebergs gigantes reducen el acceso de los pingüinos de la presa y los hizo más ineficientes en general. Estos resultados sugieren, según los autores, que el aumento de los fenómenos ambientales extremos poco frecuentes puede interrumpir la capacidad de los pingüinos para responder a los cambios en el medio ambiente y puede alterar las predicciones científicas realizadas sobre la base de observaciones anteriores.

Amélie Lescroël concluye: Nuestro trabajo demuestra que los pingüinos adelaida podrían hacer frente a menos hielo marino en torno a sus áreas de reproducción de verano, pero que los fenómenos ambientales extremos, como la parición de icebergs gigantes, puede modificar radicalmente la relación entre los pingüinos y hielo marino. Si la frecuencia de tales eventos extremos aumenta, será muy difícil predecir cómo las poblaciones de pingüinos amortiguarán los futuros cambios del hielo marino".