miércoles, 4 de junio de 2014

El CSIC prueba que la contaminación de Norteamérica llega a Europa


(EUROPA PRESS) - Un equipo internacional de investigadores liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha hallado restos de polibromodifenil éteres (mezclas de compuestos que se usan en muebles y aparatos electrónicos) en muestras de deposición atmosférica recogidas en cuatro áreas remotas de montañas europeas entre 2004 y 2006. 

Este hallazgo muestra que la contaminación generada en Norteamérica llega a Europa viajando por encima del océano Atlántico.

Los autores del trabajo, que ha sido publicado en 'Atmosferic Chemistry and Physics', ha advertido sobre el riesgo que plantean estos compuestos químicos. "Hay algunos trabajos que muestran efectos de estos contaminantes en la salud infantil", ha indicado uno de los investigadores, Joan Grimalt.

"Por ejemplo, se ha observado que niños expuestos a cantidades más altas de estos compuestos manifestaban dificultades de comportamiento social a los cuatro años. También se ha observado que niños alimentados con leche materna que contenía estos compuestos en concentraciones más altas tenían un retraso en el desarrollo neurocognitivo", ha indicado.

En las muestras recogidas en los lugares más occidentales, Lochnagar y Redon, se observó que cuando las trayectorias de las masas de aire procedían del Atlántico, la proporción de PBDE es más elevada. Esta muestra sugiere que la transferencia transcontinental de estos contaminantes tiene un impacto en Europa. El análisis ha hallado polibromodifenil éteres (PBDE) en las muestras recogidas en los lagos Redon (en los Pirineos catalanes), Gossenköllesee (Alpes suizos), Lochnagar (Escocia, Reino Unido) y Skalnate (Eslovaquia). El PBDE mayoritario fue el BDE209.

En otros sitios analizados, como Skalnate, y en menor medida en Redon, se halló además otra fuente PBDE procedente del centro de Europa que corresponde a las emisiones secundarias de la mezcla comercial pentaBDE. Los flujos de estas emisiones secundarias también dependen de la temperatura, la deposición de partículas totales y las precipitaciones; cuanto mayores son estas variables, más elevado es el flujo de PBDE observado.

Finalmente, también se halló otra fuente de PBDE específica de Reino Unido que aporta parte de este contaminante en Lochnagar. Según han indicado los investigadores, este estudio es el primero que prueba la transferencia transcontinental de contaminantes entre Norteamérica y Europa, y muestra la importancia planetaria de algunos procesos de contaminación, lo que requiere acuerdos internacionales para tratar los problemas asociados a estos contaminantes.

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Descubiertos tres nuevos contaminantes CFC en la atmósfera


(EUROPA PRESS) - Científicos de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido, han descubierto dos nuevos clorofluorocarbonos (CFC) y un nuevo hidroclorofluorocarbono (HCFC) en la atmósfera, lo que eleva a siete la lista de esos contaminantes. Esta investigación, publicada en la revista 'Atmosphere', se publica después de que el mismo equipo detectara otros gases artificiales en marzo.

Los científicos hicieron el descubrimiento al comparar muestras de aire de hoy en día con aire de entre 1978 y 2012 en la no contaminada Tasmania. Las mediciones muestran que todos menos uno de los nuevos gases han sido liberados en la atmósfera en años recientes.

"Dos de los gases que encontramos a principios de año fueron particularmente preocupantes, ya que se siguieron acumulando significativamente hasta 2012. No se han visto incrementos de emisión a esta escala para otros CFC desde que se introdujeron los controles en los años 90, aunque están muy lejos del pico de emisión de CFC de la década de 1980", describe Johannes Laube, de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad de East Anglia.

"Ahora hemos identificado dos CFC y un HCFC, aunque en concentraciones mucho más bajas que las anteriores. Por tanto, es improbable que vayan a suponer una amenaza para la capa de ozono. Sin embargo, fortalecen nuestro argumento de que hay muchos más gases por ahí y que la suma de todos puede tener un fuerte impacto", añade.

Corinna Kloss, que emprendió la investigación mientras estaba en UEA y ahora trabaja en el Centro de Investigación de Jülich, en Alemania, añade: "Los siete gases están en la atmósfera en cantidades más pequeñas que antes de la década de 1980, con cuatro de ellos que no estaban presentes antes de la década de 1960, lo que sugiere que son emitidos por el hombre. Se debe investigar de dónde provienen estos nuevos gases. Las posibles fuentes son disolventes industriales, refrigerantes y productos químicos de materias primas".

Los CFC son las principales causas del agujero de la capa de ozono sobre la Antártida. En 1989, se diseñaron leyes para reducir y eliminar los CFC, seguidas de una prohibición total en 2010, lo que consiguió una disminución de la producción de muchos de estos compuestos a escala global.

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La acidificación de los océanos supera niveles de hace 56 millones de años


Científicos estadounidenses han cuantificado, por primera vez, la magnitud de la acidificación de los océanos hace unos 56 millones de años, cuando un pulso masivo de dióxido de carbono a la atmósfera provocó el alza de las temperaturas globales y la extinción de numerosos organismos. Los expertos han destacado que estos datos apuntan a que la acidificación actual de los océanos ya está superando los niveles de entonces.

El trabajo, publicado en 'Paleoceanography', los científicos estiman que la acidez de la superficie del océano aumentó alrededor del 100 por cien hace unos pocos miles de años y se mantuvo así los siguientes 70.000 años. En ese ambiente radicalmente cambiado, algunas criaturas se extinguieron, mientras que otras se adaptaron y evolucionaron.

El estudio es el primero en utilizar la composición química de los fósiles para reconstruir la acidez de la superficie del océano en el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (PETM), un período de calentamiento intenso en la Tierra y de los océanos debido a la alta concentración de CO2.

Según han señalado los expertos, los océanos han absorbido alrededor de una tercera parte del carbono producido por los seres humanos y que se bombea en el aire desde la industrialización, lo que ayuda a mantener la temperatura más baja de lo que sería de otra manera. Pero la captación de carbono ha tenido un precio. Las reacciones químicas que resultan de tal exceso de CO2 han hecho que el agua del mar se vuelva más ácida, lo que impide que corales, moluscos y plancton tengan los niveles que necesitan para construir sus conchas y esqueletos. "Este periodo podría ser el análogo más cercano a la situación que se vive ahora", ha señalado el coautor Bärbel Hönisch, quien ha alertado de que la acidificación actual se produce 10 veces más rápido de lo que sucedió entonces".

En los últimos 150 años más o menos, el pH de los océanos se ha reducido sustancialmente, entre 8,2 y 8,1, lo que equivale a un aumento del 25 por ciento de la acidez. A finales de siglo, el pH del océano se prevé que descienda otras 0,3 unidades de pH, hasta el 7,8.

Esta es precisamente la cantidad de disminución del pH que se encontró en el periodo antiguo estudiado, sólo que, según advierten los científicos, esta bajada se produjo en unos miles de años.

"Las consecuencias del carbono en la atmósfera y el océano van a un ritmo mucho mayor en la actualidad", ha explicado el coautor Richard Zeebe. "Si seguimos en la misma cantidad de emisiones en la que estamos en estos momentos, la acidificación de la superficie del océano será mucho más dramática que hace 56 millones de años", ha advertido.

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