Washington (Reuters). Los fósiles de un dinosaurio carnívoro hallado en Argentina están dando nuevas pistas sobre un intrigante grupo de depredadores que aparentemente podían matar a sus víctimas con sus garras con forma de hoz y mutilarlas.
Científicos dijeron el miércoles que la criatura, llamada Murusraptor barrosaensis, vivió hace unos 80 millones de años durante el Periodo Cretácico, medía unos 6.5 metros de largo y era un cazador de persecución más ligero que otros dinosaurios depredadores.
El Murusraptor era miembro de un grupo de carnívoros llamados megaraptores, que significa "ladrones gigantes", que recorrió la Patagonia, aunque se han descubierto fósiles de dinosaurios se características similares en Australia y Japón.
"La mayoría de las diferentes especies conocidas de esta rama se basan en especimenes parciales. El espécimen del Murusraptor preservó toda la mitad posterior del cráneo, varias vértebras y huesos de la pelvis, revelando áreas desconocidas del esqueleto de este grupo", dijo el paleontólogo Rodolfo Coria de la Universidad Nacional de Río Negro de Argentina.
"La cavidad craneal está completa y es la única conocida entre los megaraptores(...) Brinda una oportunidad única de buscar características de desarrollo neurológico en estos dinosaurios", agregó Coria.
Los megaraptores eran depredadores de tamaño mediano comparados con algunos de los gigantescos carnívoros argentinos del Cretácico, como el Giganotosaurus -que medía unos 12,5 metros de largo-, y probablemente cazaban de forma diferente.
El Giganotosaurus, que posiblemente vivió unos 17 millones de años antes que el Murusraptor, tenía un enorme cráneo y grandes dientes para matar a su presa, además de brazos muy pequeños que no habrían servido mucho para cazar.
Otros científicos anunciaron la semana pasada el descubrimiento de fósiles de otro dinosaurio carnívoro argentino, llamado Gualicho, un poco más grande que el Murusraptor y que tenía brazos pequeños similares a los de un niño humano.
En contraste, los megaraptores poseían brazos fuertes con garras con forma de hoz que podían infligir heridas letales a su presa, además de un cráneo más ligero y mandíbulas con dientes más pequeños. También tenían huesos huecos, similares a los de las aves.
Murusraptor significa "ladrón de la muralla", debido a que sus fósiles fueron hallados en la pared de un arrollo en la provincia de Neuquén en Argentina. La investigación fue publicada en la revista PLOS ONE.