Un apocalipsis volcánico desempeñó un papel clave en la extinción en masa del Triásico, que provocó el inicio de la era de los dinosaurios, según un estudio publicado en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
La investigación, realizada en la Universidad de Oxford (Reino Unido) y dirigida por el geoquímico Lawrence Percival, se centró en la extinción del Triásico, hace aproximadamente 200 millones de años, y la era de los dinosaurios, que vino después.
Ese evento se convirtió en una de las mayores extinciones en masa de la vida animal registrada, que incluyó a grandes reptiles similares a los cocodrilos y a varios invertebrados marinos y causó grandes cambios en la vegetación de la Tierra.
Aunque sigue siendo un misterio por qué los dinosaurios sobrevivieron a ese cambio, sustituyeron a las especies ahora extintas, junto a mamíferos y anfibios primitivos.
Esta extinción en masa se vinculó durante mucho tiempo con una liberación grande y abrupta de dióxido de carbono en la atmósfera, pero la fuente exacta de esta emisión sigue siendo desconocida.
Sin embargo, las emisiones de dióxido de carbono volcánico (CO2) eran consideradas un importante contribuyente, tras el descubrimiento de rocas volcánicas de la misma edad.
Apocalipsis volcánico
Este apocalipsis volcánico, causado por rocas que cubrían una gran área en cuatro continentes en la Provincia Magmática del Atlántico Central (CAMP), podría haber sido provocado por vibraciones, pero el alcance global y el impacto potencial de estos episodios también han sido un misterio.
A través del contenido de mercurio de las rocas sedimentarias depositadas durante la extinción, los investigadores revelaron vínculos claros en el momento del vulcanismo del CAMP y la extinción final del Triásico.
Los volcanes emiten emisiones de gases de mercurio, que se extienden a nivel mundial a través de la atmósfera antes de ser depositados en sedimentos, por lo que cualquier sedimento durante una erupción grande adquiere un contenido de mercurio inusualmente alto.
Cinco de los seis depósitos de sedimentos estudiados procedentes del Reino Unido, Austria, Argentina, Groenlandia, Canadá y Marruecos mostraron un gran aumento en el contenido de mercurio a partir de la extinción triásica, con topes observados entre el horizonte de extinción y el límite triásico-jurásico, que ocurrió aproximadamente 200.000 años después.
Estas elevadas emisiones de mercurio también coincidieron con aumentos previamente establecidos en las concentraciones atmosféricas de CO2, lo que indica, según los investigadores, la liberación de CO2 procedente de la desgasificación volcánica.
“Esta investigación fortalece en gran medida el vínculo entre la extinción en masa del Triásico y las emisiones volcánicas de CO2. Esta nueva evidencia de emisiones episódicas de CO2 volcánico como el probable impulsor de la extinción mejora nuestra comprensión de esta actividad y, potencialmente, de otros episodios de cambio climático en la historia de la Tierra”, aseguró Percival. EFE