El mar de China Meridional es bastante conocido por la creciente tensión internacional en sus aguas. Existen pugnas territoriales entre distintos países por un considerable número de las islas que alberga. Sin embargo, la nueva amenaza que afronta la región no es de carácter militar.
El cambio climático está destruyendo a una velocidad extremadamente alta una gran parte de los arrecifes de coral en la zona. El aumento de la temperatura en la superficie del mar del Sur de China —2°C en 2015— ha causado la muerte de cerca del 40% de los corales de Dongsha —un atolón circular de 25 kilómetros de diámetro que se halla en las islas Pratas—, según un estudio publicado por Scientific Reports.
Los vientos y las olas son los responsables de enviar el agua fresca desde el océano abierto a los corales, y así ayudarlos a sentirse bien. La investigación llevada a cabo por la Institución Oceanográfica de Woods Hole de EEUU (WHOI, por sus siglas en inglés) mostró que, cuando el tiempo se vuelve tranquilo y estos mecanismos naturales de enfriamiento disminuyen, incluso unos pocos grados de calentamiento en el agua del océano pueden resultar mortíferos para los corales.
Según el autor del estudio, Tom DeCarlo, en los meses de junio, por ejemplo, las aguas del atolón de Dongsha se suelen mantener tan frescas como las del océano abierto, debido a las típicas tormentas tropicales y a los vientos fuertes que golpean la zona. Sin embargo, en el 2015, el clima en junio estuvo excepcionalmente tranquilo durante algunos días. Básicamente no hubo viento ni olas en la región.
"Esto tuvo un efecto amplificador sobre las temperaturas del agua, las cuales ya estaban afectadas por el calentamiento global y 'El Niño'. Todo el arrecife se convirtió en una gigantesca piscina, hirviendo bajo el sol", relató DeCarlo.
Según el científico, en unos pocos días de vientos y marejada suave, la temperatura en el arrecife alcanzó los 36 °C, seis grados más que las temperaturas veraniegas habituales. Como consecuencia, el 100% de los corales sufrió blanqueo y el 40% de ellos se murió.
"Es posible que los arrecifes de coral estén en un peligro mucho más inmediato de lo que imaginábamos", concluyó Anne Cohen, científica y buceadora de WHOI.
En 2016, se supo que el blanqueo afectó a más del 60% de los arrecifes de coral de las Maldivas, un país insular del océano Índico cuya economía se nutre especialmente del turismo.