Bruselas (EuroEFE).- Casi el 60 por ciento de los europeos no sabe qué es la biodiversidad. Mientras, la Comisión Europea advierte que no hay que perder tiempo para frenar la extinción de especies, tras conocerse un informe internacional que dice que un millón de especies animales y vegetales se encuentran en peligro de extinción.
Según la encuesta europea Eurobarómetro, el 96 % de los ciudadanos europeos considera necesario proteger la naturaleza. La encuesta arroja, además, que el 59 % de los 27.643 encuestados nunca ha oído (30 %) o no sabe qué significa (29 %) el término "biodiversidad".
El Eurobarómetro muestra, no obstante, que el desconocimiento sobre ese término, que el Diccionario de la Real Academia Española define como la "variedad de especies animales y vegetales en su medio ambiente", es 11 puntos porcentuales menor que en una encuesta similar publicada en 2015.
Las mujeres (46 %) están más familiarizadas con el vocablo "biodiversidad" que los hombres (38 %) y, por países, son más conscientes del significado del término los europeos de Suecia, Bulgaria, Luxemburgo, Croacia, Francia y Portugal, mientras que los que menos lo están son aquellos de Letonia, Eslovaquia y Polonia.
En el caso de los ciudadanos españoles, el 32 % dice haber oído el término "biodiversidad" sin saber qué significa y el 27 % nunca lo ha escuchado, lo que supone 6 puntos porcentuales más de conocimiento respecto al Eurobarómetro de 2015.
El sondeo, realizado en los 28 Estados miembros de la Unión Europea (UE) entre el 4 y 20 de diciembre de 2018 a través de entrevistas cara a cara en su hogar (https://bit.ly/2LsO9LO), expone también que un 41 % de los europeos (mismo dato para España) sí está familiarizado con la "biodiversidad".
Y según el mismo Eurobarómetro, el 67 % de los europeos perciben como mayores amenazas para la biodiversidad la contaminación del aire, el suelo y el agua, mientras que el 63 % se refiere a los desastres naturales causados por el ser humano y el 58 % al cambio climático.
Además, el 77 % de los ciudadanos de la UE considera que "tenemos la responsabilidad de cuidar el medioambiente" y el 71 % cree que esa tarea es "esencial" para luchar contra el cambio climático.
La Unión Europea cuenta con las llamadas Directiva Hábitat y Directiva Aves para conservar y proteger su biodiversidad a través de la Red Natura 2000, que cubre más del 18 % de la superficie terrestre de la UE y el 9,2 % de la superficie marina.
Tres de cada diez encuestados dice ser consciente de la existencia de dicha red comunitaria para la protección de los ecosistemas de la UE.
La voz de alarma del planeta
El planeta ha lanzado ya su voz de alarma: un millón de especies animales y vegetales se encuentran en riesgo de extinción, muchas en las próximas décadas, a menos que haya un cambio radical en los métodos de producción y consumo, según advierte el mayor informe sobre biodiversidad hasta la fecha.
El análisis de la Plataforma Intergubernamental en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), presentado este lunes en la Unesco, subraya la responsabilidad humana en esta situación límite porque los cambios en el uso de la tierra y el mar y la explotación directa de ciertos organismos son los principales culpables.
El cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras completan esa combinación, que ha llevado a que la tasa de extinción actual sea ya "entre decenas y cientos de veces más alta que el promedio experimentado en los últimos 10 millones de años".
Expertos de 50 países trabajaron durante tres años en esa radiografía del planeta en las últimas cinco décadas, que ofrece un diagnóstico sombrío sobre el impacto del desarrollo económico en la naturaleza y en sus cerca de ocho millones de especies.
El deterioro ha alcanzado niveles inéditos en la historia humana y la vida sobre la Tierra tal y como la conocemos se acerca peligrosamente a un punto de inflexión, destaca a EFE la argentina Sandra Díaz, copresidenta de ese estudio.
Al menos 680 especies de vertebrados han desaparecido desde el siglo XVI y están en peligro más del 40 % de las especies de anfibios, un 33 % de los arrecifes de coral y más de un tercio de los mamíferos marinos. Una estimación provisional sitúa en un 10 % el porcentaje de especies de insectos amenazados.
Entre 1980 y 2000 se perdieron además 100 millones de hectáreas de bosque tropical, principalmente para dedicarlo a crianza de ganado en Latinoamérica y a plantaciones en el sudeste asiático, la mayoría de aceite de palma.
Tendemos a pensar que los seres humanos estamos al margen de los efectos, pero todo está interconectado: la naturaleza contribuye a regular el clima o la calidad del aire y nos ofrece comida y energía, por lo que su alteración tiene un impacto directo en la vida humana y el desarrollo económico en el mundo.
A modo de ejemplo, esta tendencia negativa afectará al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU para 2030 en el 80 % de los casos analizados, en materia de pobreza o hambruna, entre otros, lo que hace que el declive sea tanto un asunto medioambiental como social.
El estudio, el primero intergubernamental a esta escala, descarta el cumplimiento de las metas mundiales de biodiversidad fijadas para el periodo 2011-2020, pero sus autores confían en que sirva como base de la hoja de ruta que se marcará el año que viene en la convención sobre biodiversidad que la ONU celebrará en China.
No es demasiado tarde para cambiar el rumbo, pero solo si se empieza ya y a todos los niveles, recalca la IPBES, organismo independiente impulsado en 2012 por varias agencias de la ONU e integrado por más de 130 gobiernos.
Establecer cuotas efectivas de pesca y áreas marinas protegidas, promover prácticas que reduzcan la erosión del suelo y una agricultura sostenible, aprovechar el conocimiento medioambiental de las comunidades indígenas y modificar políticas de subvención nefastas para la biodiversidad son algunos consejos.
Contener el alza la temperatura global por debajo de los dos grados centígrados también es crucial: el porcentaje de especies en riesgo de extinción por razones climáticas se sitúa en el 5 % con un calentamiento de dos grados, y en el 16 % cuando sube a 4,3.
La información facilitada este lunes son solo las principales conclusiones de un informe de más de 1.500 páginas que se publicará completo más adelante este año, pero la experta argentina es tajante: "¿Cuánta más evidencia necesitamos para darnos cuenta de que no podemos seguir así?".
La Comisión Europea quiere reaccionar
La Comisión Europea (CE) adoptará "en breve nuevas orientaciones sobre la integración de los servicios de los ecosistemas en la toma de decisiones y en la infraestructura verde" y que, de aplicarse, generará "múltiples beneficios para la salud y los medios de vida de las personas", dijo el comisalrio europeo de Medioambiente, Karmenu Vella, tras conocer los datos del análisis del IPBES.
Esas directrices también tendrán "el poder de crear oportunidades de desarrollo económico, especialmente para los grupos sociales más pobres y más vulnerables", añadió.
Karmenu Vella aseguró que "no hay tiempo que perder", señaló el eurocomisario, en un texto publicado en su cuaderno de bitácora digital: es "una llamada de atención convincente sobre la pérdida drástica de la naturaleza en la Tierra y las acciones urgentes que debemos tomar para detenerla".
"La naturaleza es esencial en los alimentos, el agua potable, la energía, los medicamentos, el clima estable, la calidad del aire y el bienestar y los medios de vida de las personas", declaró Vella, quien agregó que "la continua degradación de los ecosistemas nos impedirá alcanzar los objetivos del Acuerdo Climático de París" y "los Objetivos de Desarrollo Sostenible" de la ONU.
El análisis del IPBES, que subraya la responsabilidad humana en esta situación, muestra que "el cambio climático, la biodiversidad, la seguridad alimentaria y la degradación de la tierra son interdependientes", añadió el comisario.
"El informe destaca la necesidad de un cambio transformacional rápido y profundo en la forma en que consumimos, producimos y comercializamos. Debemos romper el círculo vicioso de la degradación continua de los ecosistemas y reemplazarlo por un ciclo virtuoso de restauración y preservación de los ecosistemas", agregó.
España debe incrementar las políticas de cuidado de la biodiversidad
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha señalado que España debe incrementar las políticas de cuidado de la biodiversidad que "actualicen" los modelos de producción y consumo ante las alarmantes cifras de destrucción y desconocimientos de especies. La ministra ha calificado el análisis de IPBES como "una noticia enormemente preocupante, con una tasa de pérdida, de amenaza de la biodiversidad de más de un millón de especies".
"Es algo que no ha sucedido en más de diez millones de años, una tasa que nos ubica frente a nuestra responsabilidad como especie".
Es preocupante, además, que los ciudadanos españoles "conozcan cada vez menos la biodiversidad y la Red Natura 2000, una de las características más importantes de la Unión Europea en el cuidado de la biodiversidad", dice Ribera.
La biodiversidad es "una parte importante del sustrato físico que nos permite mantener nuestra salud, la seguridad alimentaria y el sistema climático dado que los océanos, la absorción del dióxido de carbono (CO2) por las plantas, las algas y las masas oceánicas representan un buen termómetro del bienestar del planeta".
Por ello, "debemos acometer con mayor firmeza y rigor" la protección de la biodiversidad que tan importante es para el bienestar de las personas en el planeta. euroefe.euractiv.