domingo, 20 de mayo de 2018

Los mecanismos de orientación geográfica de las tortugas marinas

¿Cómo se orientan las tortugas marinas durante sus grandes migraciones? Desde hace años se está investigando los mecanismos que utilizan los animales migratorios, entre ellos la tortuga boba, Caretta caretta, para orientarse en sus largos desplazamientos.

Hasta hace unas décadas se suponía que lo hacían utilizando como referencia la posición del Sol. Nuevos trabajos científicos ponen de manifiesto que el tema es mucho más complejo. Actualmente se conocen especies animales, tanto vertebrados como invertebrados que en sus desplazamientos utilizan el campo magnético terrestre. Incluso hay organismos unicelulares que son sensibles a él.

Características del campo magnético terrestre

El campo magnético terrestre no es uniforme. Su intensidad, inclinación y declinación magnética varían desde el polo Norte al ecuador y desde este al polo Sur. Son conocidas también las variaciones geomagnéticas a lo largo del tiempo ya que, continuamente, se producen pequeñas alteraciones a corto plazo y también otras que son mucho más lentas. Un buen ejemplo de estas últimas son los desplazamientos a lo largo de los siglos de la posición de los polos Norte y Sur magnéticos. Además existen desviaciones locales del campo magnético terrestre debido a la presencia de ciertos componentes minerales de la corteza terrestre, como es el caso del basalto. Se trata de una roca de origen volcánico, muy común en los fondos oceánicos, que suele contener magnetita, un mineral fuertemente magnético.
Organismos sensibles al campo magnético

Hay especies animales, entre los que se incluyen aves, abejas, moluscos, tortugas e incluso bacterias que son sensibles a las características del campo magnético de los lugares donde viven y son capaces de utilizar esta información para orientarse durante sus migraciones.

Según dice Ulrich Warnke, en su libro “Abejas, aves y hombres” (1) “Los campos eléctricos y magnéticos de nuestro planeta existían antes que todas las formas de vida, y han jugado además un papel decisivo en la evolución de las especies, en el agua, en la tierra y en la atmósfera cercana a la tierra. Los seres vivos se han ido adaptando a ellos a lo largo de su evolución”.

¿De qué manera los seres vivos detectan el magnetismo terrestre?

Se sabe de distintos organismos que son magnetoreceptores, es decir, que son sensibles a los campos magnéticos. Esto les permite detectar su intensidad, la dirección y el sentido. Estos animales utilizan la magnetita para orientarse y moverse por el campo magnético terrestre.

Las bacterias acuáticas del género Magnetospirillum y Magnetococcus tienen en su interior pequeños cristales de magnetita que están alineados. A esos cristales se les denomina magnetosoma. Estas estructuras permiten a las bacterias ir fijando su posición respecto al Norte con lo que pueden trazar una ruta a través del campo magnético para dirigirse hacia zonas de distintas concentraciones de oxígeno y de nutrientes.

Para otros organismos más desarrollados se han propuesto diferentes modelos de magnetorecepción dependientes de la luz, los cuáles implican una interacción entre el campo magnético y las partículas de magnetita situadas dentro de los fotoreceptores de los órganos de los sentidos. Además, se ha demostrado que las respuestas de orientación magnética en salamandras, moscas y aves se ven afectadas por la longitud de onda de la luz.

La tortuga boba también utiliza los campos magnéticos terrestres para orientarse. En el océano recorre muchos miles de kilómetros y regresa al punto de partida al cabo de veinte años. Es una hazaña increíble teniendo en cuenta que, además, inician su periplo con apenas unas horas de vida.


El extraordinario viaje de la tortuga boba

Las tortugas bobas hacen grandes migraciones. Cuando nacen estos animales se dirigen rápidamente el agua y nadan activamente hacia mar abierto en muy poco tiempo. Después, se inicia un proceso de dispersión a lo largo de miles de kilómetros siguiendo las corrientes marinas dominantes. En el mar Caribe siguen la corriente del Golfo. Tras varios años de vida oceánica y cuando alcanzan una longitud de unos 50 cms se aproximan a la plataforma continental. Muchas tortugas nacidas en América aparecen en las aguas próximas a las islas Canarias. En ellas permanecerán varios años hasta que regresen a las playas donde nacieron para efectuar las puestas de huevos. Durante estos largos desplazamientos se mueven a una velocidad aproximada de 1,4 kms por hora.

La cuestión clave para entender el fenómeno migratorio de muchas especies animales es entender los mecanismos que permiten la orientación espacial y la dirección que deben de seguir para culminar estos desplazamientos.
¿Cómo se orientan durante este largo periplo?

Según el reciente trabajo de Brothers, R., Lohman, K de la Universidad Carolina del Norte – Chapel Hill, (3) las tortugas son sensibles a las pequeñas variaciones en el campo magnético terrestre. A medida que se desplazan por los océanos pueden detectar estos pequeños cambios geomagnéticos. Esto les ayuda a seguir el rumbo adecuado para dirigirse hacia su objetivo final, que no es otro que retornar a la playa en la que iniciaron este extraordinario viaje.

En algunas ocasiones no regresan a la misma playa en la que nacieron. Pueden verse nidificando en otros lugares situados a decenas de kilómetros de distancia. En este caso cualquiera puede plantearse las siguientes preguntas: ¿Es un error de navegación? ¿Qué tienen en común el lugar de su nacimiento y el que realmente han llegado? Según el trabajo de Brothers y Lohman se ha observado ambas playas tienen los campos magnéticos iguales.

¿Otras causas de magnetismo?

En la Tierra además de los campos electromagnéticos naturales se hallan los de origen antropogénico, es decir, los producidos por el uso del equipamiento eléctrico necesario para las actividades humanas actuales, tanto el de los pequeños aparatos de uso cotidiano, como de las instalaciones eléctricas domésticas como los de las líneas de alta tensión. Estos campos magnéticos tienen una intensidad mucho mayor que los de origen natural y pueden afectar a los seres vivos.

¿Cómo puede afectar a las tortugas marinas?

El efecto de los campos magnéticos creados por las actividades humanas puede alterar los mecanismos de orientación de la tortuga boba y de otras especies animales. Esto es un grave problema para estos organismos ya que debido a ello pueden tener dificultades para seguir sus recorridos naturales habituales y en los desplazamientos por su entorno vital.