lunes, 2 de junio de 2014

Un lago pirenaico archiva las tormentas extremas desde el siglo XIV

Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) han logrado reconstruir la intensidad y frecuencia de tormentas extremas registradas en el noreste de la Península Ibéricadesde 1347 hasta 2012.

En concreto han analizado el registro sedimentario del lago Montcortès, situado en el Pirineo catalán y los resultados obtenidos, que son extrapolables al Mediterráneo occidental,demuestran una relación directa entre la variabilidad de la Oscilación del Atlántico Norte (NAO) y la intensidad y frecuencia de las tormentas de la zona.

Según han explicado los expertos, es la primera vez que se consigue un registro paleoclimático de eventos extremos con datos cuantitativos tan exhaustivos y con una resolución anual.Además, han destacado que gracias a la naturaleza del lago de Montcortès, el registro sedimentario es de extraordinaria calidad y refleja las fluctuaciones climáticas cada año.

En verano, debido al calor, aumenta el número de algas en el lago. Este aumento propicia la precipitación de calcita que queda marcada en el registro sedimentario como si se tratara de los anillos del tronco de un árbol.

"Las tormentas generan depósitos en los lagos, cuya composición y textura dependen de las características de la precipitación, del lago y de la cuenca de drenaje", ha indicado uno de los autores del trabajo, Pablo Corella.

"A partir del análisis sedimentológico, geoquímico y geofísico de los sedimentos recientes del lago y de la correlación con los datos de precipitación de las últimas décadas se ha establecido el umbral mínimo de precipitación para eventos extremos --aquellos que tienen un periodo de retorno de 5 años-- en 90mm/m2", ha completado otro de los investigadores, Blas Valero.

Para analizar los datos de la muestra, los investigadores han extrapolado los datos de las precipitaciones recogidos en estaciones meteorológicas cercanas, a los datos que han obtenido del registro sedimentario. Cuando se produce un evento extremo de lluvia, la cantidad de sedimento que se deposita en el lago arrastrado desde la cuenca de recepción aumenta y queda reflejado como una capa.

Gerardo Benito, investigador del MNCN que participa en el Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) ha comentado que, "frente a lo que cabría esperar, se ha descubierto que el siglo XX es el periodo con menor número de tormentas extremas frente al final del siglo XIX, la época en la que más tormentas se produjeron".

LA INFLUENCIA DE LA NAO EN LA CLIMATOLOGÍA

Los investigadores también han podido comprobar la relación directa que existe entre la NAO y las tormentas. La NAO es un patrón climático que mide las diferencias de presión atmosférica entre los paralelos 65 (Islandia) y 37 (Islas Azores).

"Cuando el índice NAO es positivo hay menos tormentas, porque los vientos que llegan del oeste cargados de humedad desvían su trayectoria hacia el norte de Europa. Sin embargo, cuando el índice es negativo los vientos no se desvían y hay más eventos extremos en el Mediterráneo", ha señalado Corella. "Intuimos que existe relación entre los eventos de lluvia extremos y la radiación solar, pero aún no disponemos de datos concluyentes", ha concluido. 

Publicado
http://www.europapress.es/ciencia/habitat-y-clima/noticia-lago-pirenaico-archiva-tormentas-extremas-siglo-xiv-20140527110414.html